Es importante conocer las diferencias existentes entre una App y una Web responsive, ambas están presentes en nuestros smarphones y tabletas y nos pueden dar información, esparcimiento e incluso a través de las mismas podemos comunicarnos, comprar, vender y hacer cualquier tipo de transacciones.
Tres ejemplos de Apps
¿Qué es una App? Es un software desarrollado para usarlo en un dispositivo móvil. Equivale al programa desarrollado para un ordenador personal. Existen muchos tipos de Apps, no tenemos nada más que visitar sus mercados: App Store, Google Play y Windows Phone Store. Nos daremos cuenta de la cantidad y variedad de aplicaciones existentes. Todos en nuestros teléfonos y tabletas tenemos instaladas una gran variedad de ellas.
¿Qué es una Web móvil? Es aquella que se puede ver con facilidad en la pantalla de nuestro teléfono, sin necesidad de estar ampliando para poder leerla, se denomina web responsive. Y necesita siempre para verse de un navegador.
La diferencia entre una App y la web móvil, es evidente, la App se instala en nuestro dispositivo y para algún contenido, no necesita de conexión a Internet para manejarla. La Web móvil, necesita conexión a Internet.
Una vez definidas y diferenciadas, cabe la pregunta ¿Se excluye una a la otra? Diría que son complementarias, y con el crecimiento del uso de dispositivos móviles, nos atrevemos a argumentar que para todos aquellos que tienen una web responsive y quieren una fidelización de sus clientes, deberían tener diseñada una App. Aunque todo depende de los objetivos del negocio y las características del mismo.
Además una web responsive, puede convertirse en una Progressive Web App (PWA). ¿Qué significa esto? Muy fácil, la web se puede instalar en los smartphones como una App. Con las mismas funciones de acceso: icono, notificaciones push, etc.